-¿Estás segura?
–preguntó Brooke por enésima.
Sophia asintió.
Llevaba dándole vueltas a la cabeza desde el día de las presentaciones y a lo
largo de todo el proceso de selección no había dejado de hacerse esa misma
pregunta. ¿Y si se estaba equivocando?
-Segurísima
–respondió; sus palabras sonaron más firmes de lo que en realidad eran.
Su compañera
sonrió. Confiaba en ella y en sus decisiones, por lo que no le cabía duda de
que haber descartado en el último momento a la hija de un famoso magnate
hotelero para ceder ese puesto a Abby sería lo correcto.
Esa misma
tarde, cuando el sol comenzaba a ponerse tras el horizonte, las dos chicas,
acompañadas de otros miembros de su hermandad, se colaron en el edificio de las
alumnas de primer curso y empapelaron con pancartas de colores las puertas y
ventanas de sus próximas hermanas.
A su regreso de
la sesión semanal de spinning en el
gimnasio de la universidad, mientras caminaban por el pasillo de la residencia
de estudiantes riendo sin parar, Yuri se percató de que algo raro ocurría. A
diferencia de los últimos días en que la paz se había instaurado en su planta
ya que las chicas habían llevado sus charlas y cotilleos al interior de las
habitaciones, esa tarde el corredor se hallaba plagado de jóvenes que corrían
de un lado a otro aceleradas, llamando a distintas puertas, abrazando a sus
amigas e incluso rompiendo a llorar.
-¿Qué está
pasando? –dijo Sienna, extrañada.
Abby se encogió
de hombros y apretó el paso para reunirse con Yuri, que las esperaba en la
puerta de su cuarto, al final del pasillo, con una sonrisa de oreja a oreja.
-¡Nos han
cogido! –chilló, emocionada-. ¡Abby, nos han cogido!
En cuanto su
nueva amiga la alcanzó, se echó a sus brazos y se fundió con ella en un cálido
abrazo. Atrapada por la coreana, Abby seguía sin saber qué pasaba.
Levantó la
cabeza un poco y echó una ojeada sobre los brazos de Yuri para poder leer el
letrero de la cartulina que habían colgado en su habitación. Conforme vio las
tres letras griegas dibujadas con rotuladores fosforitos en las esquinas,
comprendió la alegría de la otra chica y también ella la abrazó con una sonrisa
en los labios.
-¡Somos Alfas!
–exclamó Yuri, a la vez que daba saltos de alegría.
Sienna, que
había parado a mitad de camino para leer la pancarta que habían colgado en su
puerta, se aproximó a ellas también con apariencia alegre.
-¿Tú también?
–inquirió Abby, frunciendo el ceño y emparejándose las gafas que se le habían
resbalado hasta la punta de la nariz por el ajetreado abrazo de su compañera de
cuarto.
La española
asintió con la cabeza mostrando una enorme sonrisa. En ningún momento se había
planteado en serio unirse a una hermandad, especialmente después de lo que
había ocurrido el curso anterior cuando se dejó liar por Cindy y decidió formar
parte del escuadrón de animadoras, pero en ese momento, al ver la ilusión brillar
en la mirada de su amiga y al sentir la energía de su más reciente compañera
inundando el pasillo, se prometió a sí misma que de esa historia sacaría algo
bueno, como de todo. Con suerte, muchas fiestas y nuevas amistades. Sin ella,
al menos habría vivido una nueva experiencia.
-¿Habéis leído
la letra pequeña? –consultó-. Nos han convocado dentro de una hora en la casa
de la hermandad.
-¿Qué?
–gritaron a la par las otras dos muchachas; ninguna de ellas había leído más
allá del mensaje de bienvenida a Alfa Delta Pi.
-Lo que oís.
Que tenemos que estar allí en una hora –miró su reloj de pulsera y se
corrigió-. Mejor dicho, en cincuenta minutos. No mencionan para qué ni durante
cuánto rato tendremos que estar allí, así que supongo que será algo breve.
-¿Y la ropa?
–quiso saber Yuri mientras se giraba hacia el póster de su puerta y aguzaba la
vista para el mensaje que alguien había dejado en el borde de la cartulina con
letra diminuta.
-Tampoco dice
nada, así que tendremos que arriesgarnos –contestó Sienna.
-¡Y nosotras
con estas pintas! –se quejó la coreana de nuevo-. Voy a dejar las cosas
corriendo en la habitación para no perder ni un solo segundo. Tengo que
ducharme, maquillarme, plancharme el pelo… ¡Madre mía, no sé cómo voy a
conseguir hacer todo eso y llegar a Alfa Delta Pi a tiempo!
-Sí, será mejor
que nos apresuremos –reconoció Abby; acababa de contemplar su reflejo en la
ventana del dormitorio y la imagen que vio en ella no le resultó nada
agradable-. ¿Alguna de vosotras sabe cómo llegar a la casa?
Yuri respondió
que sí con un ligero movimiento de cabeza.
-No tardaremos
más de cinco minutos en llegar si nos damos prisa.
-¿Quedamos a
menos diez para salir hacia allá? –propuso la española, menos preocupada por
los preparativos que sus compañeras-. No creo que causemos muy buena impresión
si ya el primer día llegamos tarde o con el tiempo pegado.
Yuri y Abby
estuvieron de acuerdo con ella. Sin más dilación, las tres muchachas se
encaminaron a sus dormitorios, dispuestas a darse una ducha y adecentarse
un poco antes de asistir a su primer
evento como Alfas.
Pese a que cada
una de ellas tenía unos motivos diferentes para sentirse orgullosa de haber
sido aceptada por aquella hermandad, todas coincidían en algo: se sentían
especialmente afortunadas de poder compartir esa aventura juntas. Desde ese
instante ya no solo eran amigas; eran hermanas.
* * * * *
“Bienvenidas,
nuevas Alfas”, rezaba la enorme pancarta que decoraba la fachada del antiguo
caserón que servía de hogar a la hermandad.
-Es impresionante…
-murmuró Sienna, boquiabierta.
Aunque su
familia nunca había tenido problemas económicos y siempre había dispuesto de
todos caprichos que pudiera desear, no fue hasta su llegada a Estados Unidos que
se acostumbró a las grandes casas y mansiones, muestras de lujo irrefrenable y
altanería. No obstante, por más que ya no la sorprendieran esas cosas, no pudo
evitar que se le escapara un silbido de admiración al ver frente a frente la
casa de Alfa Delta Pi.
-Y que lo digas
–reconoció Abby, temblando de emoción.
Probablemente,
de las tres muchachas, ella fuese la que más nerviosa estaba. Imaginaba que a
Brooke y Sophia no les habría costado demasiado escoger a Sienna y Yuri como
nuevas componentes de la hermandad, pero estaba convencida de que su decisión
había sido la más difícil. Como siempre, le seguía faltando una gran dosis de
autoestima y respeto, puesto que creía que se merecía menos que sus dos amigas
haber sido aceptada por esa asociación.
Al llegar
frente al fornido portón de madera de roble, tocó el timbre. Al otro lado del
edificio se oía una suave melodía, probablemente música clásica.
-¡Chicas!
–exclamó Brooke nada más abrir la puerta.
Las recibió con
una sonrisa y un tierno abrazo. A fin de cuentas, ya no eran desconocidas y
debía hacer que se sintieran desde el primer momento como en casa, puesto que
Alfa Delta Pi era su nueva casa.
-¿Preparadas
para el rito de iniciación? –comentó, sin dejar de sonreír.
Las tres chicas
la miraron extrañadas.
-¿Ya? ¿Tan
pronto? –preguntó Sienna-. ¡Si apenas acabamos de enterarnos de que nos habéis
aceptado!
Brooke soltó
una carcajada.
-¡Precisamente
por eso tiene que ser ahora! ¿Cuándo queréis que os iniciemos, cuando ya
llevéis tres meses con nosotras?
Todas se
rieron.
-Venga, pasad
al salón que el resto os están esperando.
-¿Hemos llegado
las últimas? –dijo Abby.
-Sí –contestó
la morena de largas y bronceadas piernas-, pero no os preocupéis, que aún no es
la hora. Es que este año solo podíamos elegir a cinco candidatas y las otras
dos acaban de llegar. Ahora seguidme.
Brooke echó a
andar hacia una enorme sala con varios sofás color café rodeando una chimenea
apagada. Sentadas en ellos o arrodilladas pulcramente sobre una hermosa
alfombra de pelaje gris, las esperaban unas treinta chicas, todas luciendo camisetas
rosas palo como las que llevaban la presidenta de la hermandad el primer día de
entrevistas.
-¡Por fin
estamos todas! –oyeron decir a Sophia antes de localizarla en un sillón de piel
de aspecto lujoso en el centro de la sala-. Por favor, tomad asiento y así
comenzaremos ya con la iniciación, ¿de acuerdo?
Sienna, Abby y
Yuri asintieron. Se sentaron en los huecos vacíos que había junto a las otras
dos nuevas hermanas, a las que reconocieron de inmediato por la peculiar
sonrisa emocionada que se veía en sus rosotas, y escucharon atentamente el
discurso de la atractiva rubia.
Tras un breve saludo a antiguas y nuevas
hermanas de Alfa Delta Pi, Sophia se levantó del sillón y se acercó a la mesita
de madera que había entre los sofás, de donde cogió unas camisetas como las que
ella y las demás chicas lucían.
-Ha llegado el
momento de que seáis verdaderamente aceptadas como miembros de nuestra
hermandad y, para ello, una de nuestras veteranas de segundo, tercer o cuarto
curso debe presentarse voluntaria para ser vuestra hermana mayor y guiaros,
ayudaros y apoyaros a lo largo de todo el tiempo que paséis en esta casa. Si
ninguna de nuestras chicas quisiera ofrecerse como vuestra hermana mayor,
seríais expulsadas de la hermandad –el rostro de las nuevas palideció-, aunque
no os preocupéis; eso no ha pasado más que una vez y más de setenta años.
Las veteranas
rieron por lo bajini, pero ninguna de
las recién llegadas se unió a ellas.
-Ahora, por
favor, ruego que las cinco nuevas incorporaciones se pongan de pie en el centro
de la sala.
Las chicas
obedecieron sin rechistar.
Sophia miró
atentamente a las antiguas miembros de la hermandad.
-Recordad que
aquellas que quieran actuar como hermanas mayores de estas chicas se
complementen a cuidarlas y ayudarlas, así que no toméis el gesto como un juego.
Si ya os habéis decidido, levantaos también del sofá, coged una camiseta de la
mesa y entregádsela a vuestra hermana pequeña.
En cuanto
terminó de hablar, cuatro muchachas se levantaron. Tres desconocidas y Brooke.
Solo cuatro
jóvenes para cinco candidatas.
Me da a mi q Abby va a quedarse fuera y eso no puede ser. Yuri ya es por su madre y claro q Sienna lo es, porque es la novia del cantante de moda. Quiero los capitulos de Paria yaaa, que son los q mas me gustan
ResponderEliminarPienso como Fairytale en lo de Abby. No,entonces que no entren las demás e.e
ResponderEliminarQue no sea Abby, por favor, siempre ha sido un personaje con el que me he identificado mucho :$ no le pueden hacer eso!!
ResponderEliminarEspero pronto un nuevo capi! Un beso (L)